Todo comenzó un día con mi inminente odio hacia las “toallitas higiénicas” y tampones. Me sentía sucia durante todo el día y sentía a “la niña” muy encerrada y acalorada.
Empecé a leer mucho sobre métodos más amigables con el cuerpo y el medio ambiente y ahí encontré la maravillosa copa menstrual y también las toallas femeninas reutilizables. Ambos métodos me gustaron muchísimo, pero la copita menstrual me enamoró.
Lo más maravilloso de este método es todo lo que ahorras en tiempo y dinero, sabiendo que cada paquete de toallitas femeninas y tampones bordea los $2500 pesos y contienen entre 10 a 16 unidades. Las mujeres usamos un estimado de entre dos a tres paquetes por periodo. La copita menstrual tiene un periodo de vida útil de entre 5 a 10 años y su precio está entre los $8000 y los $16000 pesos.
Después de esperar por algunos meses, al fin la tuve en mis manos. Al principio, la encontraba GIGANTE. La miraba pensando “¿cómo voy a hacer que entre por ahí?”, y si bien los primeros días del primer y el segundo mes me costó hacerla “entrar”, todo me funciono perfecto cuando aprendí. Necesariamente tenemos que tantear mucho el lugar para estar seguras de cuando está bien infladita para el uso y así no tengamos accidentes.
Hay que tener en cuenta que las uñas muy largas no son las mejores compañeras cuando se quiere comenzar a usar una copita menstrual y que no hay que frustrarse cuando por accidente nos pellizcamos, porque créanlo o no, eso pasa.
Las primeras veces que experimenté el uso, yo la sentí un poco incomoda, como si hubiera una gran pelota de aire dentro de nosotras, pero rapidito se pasa. Otro error FATAL que cometemos casi todas las que la usamos al principio, es ponernos nerviosas por el tiempo de uso, por ejemplo las copitas podemos usarlas dentro de nuestro cuerpo un máximo de 12 horas, pero pasa que una piensa que se va a llenar en tres horas más o menos al igual que los tampones o toallas higiénicas y resulta que NO ES ASI. Entonces la cambiamos a cada rato y eso no es muy bueno para nuestra vagina, ya que podemos irritarla debido a no saber usar bien la copita menstrual.
MODO DE USO
Al principio de cada ciclo debemos hervir la copita para esterilizarla, debemos poner agüita en una olla que cubra la copita por completo y cuando el agua este hirviendo, ponemos la copita por tres minutos y listo!
Para introducirnos la copita nos ponemos en la posición más cómoda que encontremos con las piernas abiertas, hay gente que prefiere de pie, pero en mi opinión, estar sentada en el baño es lo mejor. Tenemos que lavarnos bien las manos antes de introducirla y estar relajadas. La copita antes de insertarse debe ser doblada por la mitad hacia dentro y de a poco empezar a empujarla, tal como se grafica en esta imagen.
Para saber que está bien puesta, tenemos que introducir nuestros dedos y palpando asegurarnos de que la copa esté ajustada completa a las paredes vaginales.
El periodo de cambio es entre 4 a 12 horas. Cuando el flujo es abundante lo ideal es cambiar la copita más seguido, fácilmente unas 5 o 6 horas de uso. Y pues cuando ya es casi el final del ciclo, no es necesario cambiarla tan pronto.
Hay diferentes tallas que varian por marcas, pero generalmente encontramos S y M como las de principal uso:
Yo, con mi maravillosa experiencia la recomiendo totalmente. Ya van dos años desde que me animé a usarla y he logrado que muchas de mis amigas se sumen a su uso debido a lo beneficioso que resulta ser en muchos aspectos:
Es muy cómoda: Casi no se siente. Te da libertad de ropa y movimientos y se puede dormir con ella evitando manchado y olor.
Es saludable: Al ser fabricada de silicona hipoalargénica, no libera los residuos de las toallitas higiénicas y tampones evitando así la aparición de humedad, malos olores, infecciones, hongos y alergias.
Es amigable con el medio ambiente: Una copita menstrual bien cuidada puede durar hasta 10 años y una mujer a lo largo de su vida llega a utilizar más de 13.000 toallas de plástico o tampones, siendo estos mismos residuos los que más contaminan en el mundo junto con los pañales. La copita menstrual ayuda a combatir la contaminación.
Es buena para tu bolsillo: Saca la cuenta de lo que gastas mensualmente durante tus menstruaciones e incluso súmale los gastos de irritaciones e infecciones contraídas por el uso de toallas higiénicas y compáralo con la módica suma de una copita menstrual… ¡no hay dónde salir perdiendo!
En definitiva. De mi parte y como consejo de mujer a mujer ¡Prueben la copita menstrual, no se van a arrepentir!
Esta interesante columna es una colaboración de Camila Maluenda Villar. ¡Muchas gracias por explicarnos acerca del uso de las copitas menstruales!