No son pocas las veces en las que analizamos nuestra vida y nos detenemos a pensar acerca de la felicidad; el por qué nos cuesta tanto alcanzarla y cómo hacemos para encontrarla. No suele ser una receta fácil, pero quienes se consideran felices tienen algunos puntos en común que generalmente se resumen en esto:
Aceptación
Una de las mayores causas de infelicidad es quedarnos estancadas en deseos que no se han cumplido, los cuales no nos permiten aceptar la realidad que vivimos. También solemos dar reiteradas vueltas a asuntos que, relacionados con estos deseos incumplidos, quedaron en el pasado y ya no pueden ser modificados, lo cual nos hace estar permanentemente oscilando entre la frustración y pesadumbre que nos produce lo que no hemos logrado.
Una de las mejores formas de liberarte es dejarlo atrás y aceptar aquello que no puedes cambiar como una huella más profunda de tu camino, pero que no lo definirá por completo. Con eso podrás comenzar a seguir adelante y enfocarte en el camino que tienes frente a ti y las posibilidades que este te ofrece.
Elimina envidias y rencores
El peso de cargar con malos sentimientos hacia otros tarde o temprano comienza a notarse en tu mente y cuerpo. No solo te sentirás más abatida, sino que incluso lo manifestarás de forma psicosomática, ya que nuestra mente influye en lo que siente nuestro cuerpo. Ellos estarán mostrando la infelicidad que sientes por dentro al no poder dejar ir aquellas trancas que permanecen atadas a otras personas.
No necesitas aceptar en tu vida a quien no te agrade, pero sí puedes deshacerte de la carga que ellos significan eliminando aquellos sentimientos nocivos que te provocan, los cuales finalmente solo te perjudican a ti. Recuerda que el odio siempre es una carga más pesada para quien lo siente que para quien lo recibe.
Ayuda a los demás
Si sientes que has llegado a un punto en el que te cuesta encontrarle sentido a una o más cosas que forman parte de tu vida cotidiana, entonces es momento de que te levantes y comiences a verla en perspectiva. Una de las mejores cosas que puedes hacer para esto es enfocarte en la ayuda a los demás.
Vivimos en un mundo lleno de carencias, por lo cual no hace falta buscar mucho para encontrar la forma de ayudar a otros. Desde quitar de tu closet aquella ropa que no usas y donarla a quienes la necesitan, hasta a diversos tipos de voluntariado.
Ayudar a otros suele ser la forma más gratificante de recibir felicidad a cambio de lo que damos. Atrévete a salir de tu zona de confort, conocer realidades diferentes a la tuya y sentir que eres un aporte y no un ser que solo consume en favor propio. Tu punto de vista cambiará inmediatamente.
Invierte en experiencias de vida y no en acumulación de cosas materiales
Los seres humanos solemos pensar que mientras más tengamos, más felices seremos. Pero pocas cosas están más alejadas de la realidad.
Acumular bienes suele ser una forma de llenar espacios vacíos en nuestra vida, los cuales finalmente no se llenarán con 30 pares diferentes de zapatos o con comprar de forma obsesiva todas las ofertas del black friday.
Prueba en vez de eso invertir tu dinero en un viaje, en una cena con amigas, en un espectáculo en vivo o cualquier otra experiencia que pueda sumarle historias a tu camino. Finalmente nuestra mayor riqueza no es lo que acumulamos, sino los días de vida que tenemos para invertir en ser felices.
Enfócate en los buenos momentos y no te regodees en los malos
La felicidad no existe como estado permanente, solo se traduce en bellos momentos que pueden perdurar durante mucho tiempo haciéndote sentir plena. Por eso sé realista, ya que si esperas permanecer constantemente con esa sensación de alegría es probable que termines frustrada al no lograrlo.
Concéntrate en los momentos hermosos y felices, ya que ellos llenarán los espacios entre aquellos días neutrales que son parte de la vida normal. Un buen método es rodearte de fotografías de aquellos momentos, de modo que puedas recordarlos y sirvan de inspiración para buscar otros similares.
Llénate de actitud
Mírate al espejo y ámate tal como eres. Entrégate lo que quieres tener, ya que lo que quieres es lo que mereces. Siéntete hermosa en tu propia vida y sal a decírselo al mundo, porque que tú tienes un espíritu encerrado dentro de un cuerpo que te pide a gritos dejarlo salir.
Las mujeres actuales somos una inagotable fuente de inspiración y libertad. No temas dejarte llevar por tus sueños y ambiciones. Sal a conquistar el mundo cada mañana y levántate con una sonrisa después de cada derrota, ya que si algo te podemos asegurar es que cada día bien peleado es un día ganado aunque no resulte como tú esperabas.
Ten esperanza
Pocas cosas no tienen solución en la vida, por lo tanto no te estanques en la desesperación por mucho tiempo. Intenta eliminar esa sensación de tristeza y cambiarla por esperanza. Busca en internet o en libros de autoayuda y verás que el mundo está plagado de ejemplos de segundas, terceras y muchas más oportunidades. Nunca pierdas la esperanza, porque el camino hacia el éxito está lleno de optimistas que se levantaron después de grandes derrotas. Pronto verás que el mundo confabulará para que obtengas lo que sueñas.
